IDEARIO DEL CLUB
El ideario deportivo del Club representa los valores, aspiraciones y compromisos comunes de quienes se vinculan de cualquier forma al Club y constituye su denominador y patrimonio común.
El ideario refleja principios que deben ser respetados por todos los componentes del Club e inspira la actuación y decisiones de sus órganos de gobierno, directivos y técnicos.
La función principal del Club es la promoción y práctica del fútbol entre sus miembros y su participación en actividades y competiciones deportivas de carácter oficial de la Comunidad de Madrid, acoger en especial, a todos los niños y jóvenes interesados en el fútbol, enseñándoles la práctica deportiva, la convivencia en grupo, el respeto mutuo, y el comportamiento deportivo.
Que los niños se diviertan practicando el deporte elegido por ellos, enseñarles las Normas Deportivas y el respeto por el contrario, enseñarles a jugar al fútbol con los diferentes niveles existentes en el Club.
Sin perjuicio de la labor formativa que pretende realizar el Club, el fútbol es un deporte de competición y, como tal, debe ser considerado por todos los integrantes tanto directivos, como jugadores, técnicos, colaboradores y padres, madres y tutores de los jugadores. El objetivo primordial del club no es ni puede ser obtener por cualquier medio resultados deportivos, pero si competir limpiamente en todas las competiciones en que se inscriba.
La práctica del fútbol no es una actividad extraescolar, ni una continuación del Colegio, es un deporte de equipo en el que los jugadores deciden participar voluntariamente aceptando las reglas marcadas por el Club en beneficio de todos.
Desde el Club creemos que existe una toma de conciencia, cada vez más generalizada, que es necesario transmitir a los niños desde las primeras edades, el VALOR INTRÍNSECO DEL DEPORTE, lograr que disfruten y se lo pasen bien con su práctica, además de los beneficios que aporta para su salud.
No se trata de negar el valor del triunfo en las competiciones, pero procurando que no sea la recompensa de la victoria el verdadero motor de su práctica sino el disfrute real con la propia experiencia deportiva.
Si solo hacemos deporte para ganar y sobresalir, es evidente que, más pronto o más tarde, aparecerá alguien mejor que nosotros, o nos daremos cuenta que las metas que nos propusimos no las alcanzaremos, y la consecuencia será el abandono de la práctica.
Si nos enseñan, enseñamos, a disfrutar con el deporte, su práctica nos acompañará TODA LA VIDA.